Busqué atardeceres en los que pudiara recostarme contigo sin pronunciar palabra alguna, respirar tu companía era lo que más deseaba. Divulgué palabras para que solo a tus oídos llegaran. No hice más que esparar, bajo la luz de esa luna guardiana de la noche, el instante en que nuestros caminos se cruzaran. Esperé, como quién espera a ese amor que alguna vez partío dejando en el corazón el recuerdo que Penélope nunca pudo olvidar.
Todavía revuelvo en el pasado el momento en que tu cuerpo fue arrebatado del lado de tus seres queridos, ese instante donde todo pareció terminar, el tiempo se congeló en la vida de todos, no hubo un mañana para el que te vió partir. El presente se llenó de espinas que a cada paso hacían sangrar más la herida en nuestro corazón, nos vimos envueltos en una tormenta de dolor, llanto y tristeza que nos tuvo sin dormir noches y días enteros, dejandonós a la espectativa y con la ilusión de que cada ruido, cada vez que golpearan la puerta, cada vez que el teléfono sonara, seas vos, sea tu voz del otro lado, tu cuerpo acercandosé a la ventana o por lo menos una noticia tuya que nos renueve las esperanzas.
Quiero, que estés donde estés, siempre sepas que no te olvidaré jamás, que mi alma siempre será tuya, y cada noche que la soledad te arrulle en tu lecho, yo estaré ahí para que nadie ni nada te pueda hacer daño, nunca estarás desamparada mientras mi corazón lata y mi respiración fluya.
Es tarde ya, y mis fuerzas se agotan, me iré a descansar para mañana poder continuar esperando tu llegada, preparando tu llegada (porque sé que volverás), te quiero mucho y te EXTRAÑO mucho.
DESAPARICIONES (Rubén Blades)
Que alguien me diga si ha visto a mi esposo-,preguntaba la doña;
se llama Ernesto X; tiene 40 años,trabaja de celador en un negocio de carros.
Llevaba camisa oscura y pantalón claro.
Salió anteanoche y no ha regresado;
no sé qué pensar.
Esto antes nunca me había pasado.
Llevo tres días buscando a mi hermana,
se llama Altagracia, igual que la abuela.
Salió del trabajo pa' la escuela.
Tenía puestos unos jeans y una camisa blanca.
No ha sido el novio. El tipo está en su casa.
No saben de ella en la PSN, ni en el Hospital.
Que alguien me diga si ha visto a mi hijo.
Es estudiante de Pre Medicina.
Se llama Agustín. Es un buen muchacho.
A veces es terco cuando opina.
Lo han detenido. No sé qué fuerza.
Pantalón blanco, camisa a rayas. Pasó anteayer.
Clara Quiñones se llama mi madre.
Es un alma de Dios, no se mete con nadie.
Y se la han llevado de testigo,
por un asunto que es no más conmigo.
Y fuí a entregarme, hoy por la tarde
y ahora no saben quién se la llevó del cuartel.
Anoche escuché varias explosiones.
Tiros de escopeta y de revólveres.
Carros acelerados, frenos, gritos.
Eco de botas en la calle.
Toques de puerta. Quejas. Por Dioses. Platos rotos.
Estaban dando la telenovela. Por eso nadie miró pa' fuera.
¿Adónde van los desaparecidos?
Busca en el agua y en los matorrales.
¿Y por qué es que se desaparecen?
Porque no todos somos iguales.
¿Y cuándo vuelve el desaparecido?
Cada vez que los trae el pensamiento.
¿Cómo se le habla al desaparecido?
Con la emoción apretando por dentro.
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